martes, 6 de noviembre de 2018

Distraidos



Distraida,
la miraba como si no hubiera
más motivo en el mundo por sonreir
que ella.
La brisa de aquella tarde
susurraba aromas de octubre aún.

La necesidad de rozar su cuerpo
una vez más, era grande.
Se repetían en su mente
las imágenes de aquella noche.

Distraido,
jugaba con sus dedos
en sus labios.

Su mirada, iluminaba la habitación.
No necesitaban más.

Su compañia, su cuerpo,
sus labios,
sus ojos.

Todo,
era perfecto,
cuando ardían los tres
entre las sábanas de seda gris.




*nOe

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