miércoles, 22 de junio de 2011

Perfiles extraños

Y al perfilar las sonrisas con un lápiz desgastado te diste cuenta de que no había sonrisas, de que todo se había terminado. Ese lápiz demostraba, claramente que no había nada más en tu interior.
Que poco a poco se habían ido quemando los recuerdos con el calor del verano, que palidecías al escuchar muy fuertes los latidos de tu corazón. Pensabas que eran de ella, pensabas que estaba cerca. No entendías nada, solo que te agradaba pasear entre mucha gente, para distraerte y así no pensar en sus manos, en su cuerpo, en su cara, aunque ya estaba difuminada, porque la habías dibujado con ese lápiz desgastado. No recordabas su sonrisa, no recordabas su alegría. Te encerraste en esa torre de marfil, al igual que los autores románticos del siglo XIX, te encerraste, como la princesa en su torre, solo que tu en tu propia alma. Ya no puedes perfilar sonrisas, porque no las recuerdas, porque son tiempos pasados. Ya solo te sietes como la luna, solitario. Ya, no ves sonrisas. Ya, no eres feliz. No la tienes a ella, a felicidad, ya solo, convives con soledad.

Nunca más estarás solo

El tiempo,
el calor de la hoguera de la noche
estrellada.
Los movimientos de las hojas
de los árboles
de las aceras.
Siluetas, que se esconden
entre las sombras.
Nada te asusta,
¿por qué debería hacerlo algo?
caminas, sin tropezar
sin mirar atrás
sin temor.
Sabes hacia donde te diriges
y aún así no titubeas
no te paras
no te lo piensas ni un solo momento.
Estás decidido
muy seguro de ti mismo
tu corazón late
a un ritmo normal,
tu respiración es pausada,
normal,
te acercas cada vez más
y más.
Y no te detienes
solo quedan unos metros
y podrás saltar el abismo.
Ese abismo,
que te separa de tu soledad
podrás
por fin
llegar a ese lugar.
Podrás
al fin
sentirte bien contigo mismo
sentirte bien con los demás.
Y entonces,
no estarás solo
nunca más.
Solo tienes que confiar en ti,
en mi,
en nosotros.

*nOe

martes, 7 de junio de 2011

Reina de la noche

A la reina de la noche
no la despierta cualquier cosa.
Solo,
el humo de un cigarro
que acaricia su cara,
la brisa que desprende
una mariposa al volar.
Solo,
los más mínimo.
A ella le preocupa,
a ti no.
Se siente mal, cuando un cigarro
humeante,
acaricia su rostro,
¿quién será?
Un desconocido, a su alrededor
nadie fuma.
Siente miedo cuando una mariposa
revolotea
a su lado,
¿mariposas de noche?
demasiado extraño.
Siente miedo, de lo pequeño
siente miedo
de lo desconocido,
de lo inusual.
Siente miedo de la oscuridad,
por eso,
duerme.
Por eso, descansa
mientras su futuro se acerca
lentamente.
Mientras
ella tiene miedo.

*nOe