miércoles, 24 de agosto de 2011

Galaxia de sueños

Miras hacia el cielo estrellado
de la noche,
las estrellas parpadean,
las fugaces se caen,
desaparecen,
como la galaxia de los sueños
de tu mente.
Miras y te dejas llevar
hacia el infinito
de las noches estrelladas,
hacia los mundos inexplorados de la noche.
Miras y sonríes,
y te invade la pena
por no saber que es todo lo que nos rodea.
Miras
a tu lado,
le coges la mano.
Tienes miedo
a la inmensidad del firmamento.

*nOe

martes, 16 de agosto de 2011

Un caro precio

Se dio cuenta de que no podía más
de que sus manos
ya no soportaban seguir agarrándose
a esa rama de espinas,
se sujetaba,
pero resbalaba,
aguantaba,
firmemente,
amarrada tan solo a esa zarza,
amarrada tan solo a una endeble rama
que se partiría en un momento u otro.
Pero luchaba,
luchaba por su vida,
aunque sabía que la iba a perder.
Estaba en el abismo,
bajo sus pies,
las profundidades de la tierra.
Metros que la separaban de tierra firme
miles de metros.
Pero se mantenía fuertemente amarrada.
Aunque en un momento de delirio,
su cabeza comenzó a volverse loca,
sus sueños de volar
empezaron a llenarle la poca cordura que le quedaba
en la cabeza.
Y meditó,
y pensó,
durante unos segundos, qué más da,
morir ahora, que en unos minutos.
La decisión fue rápida,
decidió soltar su mano,
decidió,
en el ultimo instante de su vida
volar, ser libre,
decidió cumplir su sueño,
aunque este tubo un precio muy caro.

*nOe

martes, 9 de agosto de 2011

Nostalgia inexistente

Y allí estaba yo
mirando al infinito,
sentada en aquel acantilado.
Las olas
rompían en las rocas
como cuando dejas caer un huevo al suelo.
Estallaban en mil pedazos
de espuma.
El sol caía
en picado, desde lo más alto
hasta que buceaba en lo más profundo del mar,
se apagaba esa gran bola de fuego
en ese inmenso mar
para el día siguiente
volver a prenderse, majestuoso en el cielo del día.
Era un sueño,
no recordaba playa
alguna
ni acantilado
ni rocas,
ni siquiera recuerdo que hubiese espuma.

martes, 2 de agosto de 2011

No hay nadie superior

Y si las sombras
atentan contra la libertad,
solo tienes que tener paciencia.
Los días claros
volverán,
como cuando se van las nubes
de las tormentas de verano,
en pocos minutos,
podrás vislumbrar
unos rayos de sol
unos rayos de esperanza.
Y si ellos
atentan contra ti,
no les dejes
que cierren tus puertas
que corten tus alas,
no les dejes que te humillen.
Ellos se creen superiores,
no lo son,
solo es eso,
se lo creen.
No hay nadie superior,
solo hay personas
un poco más inteligentes
que saben reaccionar
delante de personas
con poca capacidad,
ese eres tu
idealista de los conocimientos
profeta de la libertad.

*nOe