miércoles, 21 de mayo de 2014

Corazones cobardes

El frío de las mañanas
vuelve a hacer mella en nuestras habitaciones.
Ya no acarician
los rayos de sol del amanecer
las sábanas blancas del cine de nuestra nocturnidad.
La oscuridad del vacío
de la tarde
frente al espejo,
nos muestra el alma marchita
de los corazones cobardes
que tienen miedo de arriesgar.
Las oportunidades perdidas en la senda
de la vida,
son aquellas que agarramos
pero que se escurren
porque no podemos hacer que permanezcan a nuestro lado.
Fallamos
nos hundimos en el lodo de la incertidumbre,
tartamudeamos
ante el pavor del futuro inmediato.
La relatividad se apodera de la razón
y eso
no es nada bueno.

*nOe

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