martes, 16 de agosto de 2011

Un caro precio

Se dio cuenta de que no podía más
de que sus manos
ya no soportaban seguir agarrándose
a esa rama de espinas,
se sujetaba,
pero resbalaba,
aguantaba,
firmemente,
amarrada tan solo a esa zarza,
amarrada tan solo a una endeble rama
que se partiría en un momento u otro.
Pero luchaba,
luchaba por su vida,
aunque sabía que la iba a perder.
Estaba en el abismo,
bajo sus pies,
las profundidades de la tierra.
Metros que la separaban de tierra firme
miles de metros.
Pero se mantenía fuertemente amarrada.
Aunque en un momento de delirio,
su cabeza comenzó a volverse loca,
sus sueños de volar
empezaron a llenarle la poca cordura que le quedaba
en la cabeza.
Y meditó,
y pensó,
durante unos segundos, qué más da,
morir ahora, que en unos minutos.
La decisión fue rápida,
decidió soltar su mano,
decidió,
en el ultimo instante de su vida
volar, ser libre,
decidió cumplir su sueño,
aunque este tubo un precio muy caro.

*nOe

No hay comentarios:

Publicar un comentario