viernes, 18 de mayo de 2012

Es...

Es ese olor penetrante y dulce
del azahar por la mañana,
cuando aún el rocío inunda sus hojas
haciendo aparecer un pequeño atisbo de diamante.
Es ese reflejo dorado y cálido
de los rayos de sol
que aún no son ni rayos
porque se están desperezando en las montañas
para darnos suaves besos al alba.
Es esa brisa fresca
agradable
de la mañana,
la que embriaga los sentidos
y me hace estremecer.
Es el ruido silencioso de las siete y media
ese ruido que aún no se quiere hacer
por miedo a despertar a las golondrinas
que anidan en nuestros balcones.
Es el contoneo del tráfico,
fluido, calmado,
la vida de la ciudad pacífica.
Es el recuerdo que deja el calor
de la tarde anterior.
Es la soledad que inunda
las calles de la mañana.
Es la primavera de la ciudad,
es lo que se puede sentir
si se quiere
cada mañana de Mayo.

*nOe

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