martes, 31 de enero de 2012

Todo y nada a la vez


Es como el batir
de las alas
de un ave exótico.
Late deprisa,
y a la vez,
despacio el corazón
dejando entre compás y compás
una perfecta melodía.
Son como las sombras
y luces
de los árboles en primavera,
que se entrecortan en el césped
del parque.
Es calmado,
porque quieres que todo se detenga,
es acelerado,
porque todo pasa muy deprisa.
Es sencillo y complicado a la vez
porque todo te parece bien
y todo te parece mal.
Es dulce,
amargo,
el sabor de boca que deja al despedirse
al marcharse,
aunque no sea para siempre.
Es paciente,
impaciente,
el deseo de tenerlo
otra vez
cerca.
Pero es,
sin duda,
lo que tu quieras que sea.
*nOe

No hay comentarios:

Publicar un comentario