lunes, 11 de abril de 2011

Libertad

Resuenan gritos de guerra
libertad ahogada,
en cuartos oscuros y vacíos.
Este es el final,
piensas desolado,
por tu mejilla resbala
una lágrima, esa lágrima que un día
viste caer por la mejilla de otro.
Titubeas entre si
salir,
o no.
Sales, no ves nada,
tras de ti,
pasos,
te giras, no ves nada más
que un cañón apuntando tu cabeza.
Es el fin,
piensas, pero no
tu hermana pequeña,
con la pistola que un día
tu padre guardó en el cajón
pega un tiro sin que le tiemble
el pulso,
se mantiene firme hasta el final.
El cuerpo del soldado cae,
a plomo, sobre la alfombra azul del salón.
Se tiñe de sangre, de su sangre.
Suelta el arma, empieza a temblar
lo consiguió,
consiguió vengar la muerte de su padre
y a la vez,
salvar la vida de su hermano.
Tiembla, y llora,
pero no por pena.
Tiembla de miedo
llora de alegría
alegría al ver que un FASCISTA
ha muerto a manos de una
BUSCADORA DE LA LIBERTAD.
No tiene pena alguna,
ellos no la tuvieron,
ni el no iba tenerla a la hora de matar a su hermano.
Se abalanzó a los brazos de él,
calmó su angustia, salio a la calle
y gritó:
[...]
¡¡VIVA LA LIBERTAD!!!

*nOe


2 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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  2. me encantaría la verdad, aunque me parece casi que broma lo que acabo de leer. puedes mandarme un correo si quieres. mi mail está en mi perfil

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